La formación tradicional no está a la altura del desafío de educar a los cirujanos de hoy.
Los residentes de cirugía tienen menos experiencia práctica que nunca y eso está afectando su confianza y autonomía. Un porcentaje significativo no se siente preparado para realizar de forma independiente los procedimientos básicos una vez finalizada la residencia,1 y más de 90% optan por un año de beca adicional. En un esfuerzo por abordar esto, la Junta Estadounidense de Cirugía (ABS) recomendó "en lugar de aumentar la cantidad de casos, deberíamos aumentar la calidad de la enseñanza de las habilidades clínicas y de procedimiento".2
La disponibilidad de educación quirúrgica de alta calidad también está afectando a las empresas de dispositivos médicos. En una era de tecnologías y procedimientos que avanzan rápidamente, la capacitación suele ser un factor limitante. Los enfoques de capacitación actuales varían en efectividad y no ayudan a abordar el costo, la escalabilidad y, lo que es más importante, el dominio quirúrgico.
La educación quirúrgica es costosa, difícil de escalar y no universalmente accesible.
$4,830
es la cantidad que las empresas de dispositivos médicos gastan por cirujano en un laboratorio de 2 días.3
Entrenamiento fraccionado y
las restricciones de horas de trabajo están afectando la adquisición de habilidades.
48%
de los programas informan que las restricciones de horas de trabajo han tenido un impacto negativo.4
Muchos residentes no están preparados universalmente para realizar procedimientos básicos.
66%
de los nuevos becarios considerados incapaces de operar durante 30 minutos sin supervisión.5